¿Qué son las fritas?
Las fritas son sustancias inorgánicas vítreas, prácticamente insolubles en agua, que se obtienen por fusión a elevadas temperaturas (entre 1200 – 1500 ºC), de una mezcla de materias primas que, a su vez, pueden ser de origen natural o sintético, como óxidos, silicatos, carbonatos, aluminosilicatos, boratos, etc. La masa fundida se enfría rápidamente con aire o agua, dando lugar a una masa vítrea que se denomina frita. En consecuencia, la nueva estructura vítrea formada tiene propiedades diferentes a las de las materias de partida.
Desde el punto de vista de los procesos industriales de fabricación de pavimentos y revestimientos cerámicos, las fritas son materias primas elaboradas que se utilizan para preparar engobes, esmaltes y tintas, aportando una serie de propiedades que mejoran la apariencia y funcionalidad de las baldosas cerámicas.
Los usos y aplicaciones a los que están destinadas las fritas abarcan un amplio abanico, pasando por el uso cerámico (más habitual), hasta usos más particularizados centrados en sectores industriales como los de fabricación de vidrio plano y/o hueco, fotovoltaico, médico, electrónico, construcción, automoción, galvanizado/esmaltado de superficies metálicas y cerámica tradicional y artística.

¿Cómo se producen?
El proceso de producción de una frita tiene por objeto la obtención de un producto vítreo, prácticamente insoluble en agua, obtenido mediante fusión y posterior enfriamiento de mezclas homogéneas de diferentes materias primas cristalinas.
El proceso de producción de fritas abarca diferentes etapas, desde la recepción y almacenamiento de las materias primas (silos cerrados), su dosificación y mezclado (vía seca o húmeda), transporte y carga de los hornos de fusión (generalmente automatizado), enfriamiento del fluido viscoso a la salida del horno de fusión (generalmente con agua, aunque también se puede emplear rodillos refrigerados), y almacenamiento de la frita final.
La industria de fritas cerámicas utiliza principalmente hornos de fusión continuos, aunque también se pueden emplear los discontinuos. La elección del tipo de horno depende principalmente de la escala de producción y tipo de formulación.
La producción permanece constante (capacidad de producción diaria 20-40tn), debido a la continua alimentación de las materias primas en la entrada del horno.
Los hornos de fritado utilizan gas natural como combustible y como comburente aire, aire enriquecido con oxígeno u oxígeno, oscilando las temperaturas de fusión entre los 1200°C y los 1500°C. Generalmente funcionan bajo una presión ligeramente negativa para garantizar una atmósfera oxidante, así como el flujo de la masa fundida.
Una vez superados los diferentes controles de calidad, las fritas quedan listas para su almacenamiento y posterior utilización.
Durante el proceso de producción, se generan emisiones canalizadas calientes y frías, así como residuos del propio proceso, que, a su vez, vuelven a formar parte de proceso productivo. Del mismo modo, las aguas empleadas en el enfriamiento de las fritas se reutilizan nuevamente en el proceso productivo, ya que estas forman parte de un circuito cerrado.

